Servicio Médico de la Residencia
Residencia de Mayores Cruz Roja San Fernando Cádiz
El sueño en las personas mayores
¿Cómo cambia el ciclo del sueño a lo largo de la vida?
Durante el sueño, se alternan varias fases, divididas entre momentos en los que hay movimientos oculares rápidos (es la fase REM, en la que generalmente se sueña) y fases en las que estos movimientos oculares no se detectan (fases no REM). La fase no REM se divide en cuatro etapas de profundidad progresiva.
Con el avanzar de la edad, se observa un mayor número de períodos de vigilia, con la consiguiente fragmentación del sueño. En particular, las etapas 3 y 4 de sueño más profundo disminuyen, así como la fase REM.
¿Se alteran en las personas mayores los ciclos del sueño?
En los mayores, hay una menor producción de melatonina, una hormona que regula el ritmo sueño-vigilia. A medida que pasan los años, se producen algunos cambios: la somnolencia comienza antes, nos dormimos temprano, a menudo frente al televisor, y luego nos levantamos pronto, quejándonos de que no podemos volver a dormirnos. Sin embargo, no es cierto que tener múltiples despertares durante la noche sea siempre un signo de alteración del sueño.
¿Por qué es importante tener una buena calidad de sueño?
Dormir es una actividad fisiológica que permite recuperar las energías psíquicas y físicas gastadas durante el día. Para los mayores, un buen sueño es esencial para estar más concentrado y preservar una buena memoria. Además, un buen sueño reparador permite al cuerpo:- Renovar las células.- Promover el correcto funcionamiento del sistema inmunitario y, por lo tanto, ayuda a prevenir enfermedades.
¿Dormir bien reduce el riesgo de depresión?
La persona mayor que no duerme bien tiene un mayor riesgo de sufrir depresión, problemas de memoria y cansancio excesivo durante el día. Además, aquellos que sufren de trastornos del sueño parecen tener un mayor riesgo de caerse, tienen una mayor sensibilidad al dolor y tienden a usar más medicamentos.
¿Los mayores deben dormir al menos ocho horas por noche?
No es cierto. No se puede definir con precisión cuántas horas de sueño necesita cada persona. La mayoría de los adultos duermen de 7 a 9 horas por noche. A medida que nos hacemos mayores, este número de horas generalmente tiende a disminuir.
En realidad, no es tan importante calcular la cantidad de horas, sino evaluar cómo se siente la persona por la mañana: si se siente descansado y vital significa que ha dormido suficientes horas; si tiene la sensación de estar todavía cansado o si después de algunas horas después de despertarse, desea volver a dormir, probablemente el sueño no fue de buena calidad. Algunas personas pueden dormir ocho o nueve horas por noche, y aun así no sentirse descansadas.
¿Cómo saber si una persona mayor sufre de trastornos del sueño?
Puede ser aconsejable contactar con el médico para una evaluación de su sueño si:
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Durante el día está irritable.
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Tiene dificultades para mantenerse despierto cuando mira la televisión o se sienta en un sillón.
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Tiene dificultad para concentrarse.
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Le resulta difícil controlar las emociones.
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Tiene reflejos lentos.
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Necesita dormir una siesta casi todos los días.
¿El insomnio es la única forma del trastorno del sueño de un mayor?
No es cierto. La clasificación internacional de los trastornos del sueño, publicada por la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño, identifica 90 trastornos del sueño diferentes.
El insomnio y el síndrome de apnea obstructiva del sueño son los trastornos del sueño más frecuentes.
El insomnio puede manifestarse con:
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Dificultad para comenzar a dormir.
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Dificultad para mantener la continuidad del sueño.
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Despertar temprano por la mañana.
El síndrome de apnea obstructiva del sueño es una afección en la que hay pausas en la respiración durante el sueño, debido a la obstrucción parcial o total de las vías respiratorias superiores. La interrupción temporal de la respiración provoca una disminución en la concentración de oxígeno en la sangre. Desde un punto de vista clínico, el síndrome se caracteriza por ronquidos durante el sueño, somnolencia diurna y cambios en el rendimiento durante el día.
¿Existen pruebas instrumentales para evaluar la calidad del sueño?
La polisomnografía es el examen de diagnóstico instrumental más utilizado porque permite registrar señales neurofisiológicas y cardiorrespiratorias. Se lleva a cabo en centros de medicina del sueño: después de colocar los sensores en el cuero cabelludo, se registra la actividad cerebral durante toda la noche.
La actigrafía es el examen instrumental más simple y tolerable para la evaluación de los trastornos del sueño. Le permite registrar la alternancia de estados de actividad y descanso durante 7-14 días. La grabación se realiza a través de un sensor en la muñeca del brazo no dominante (a la izquierda si es diestro).
¿La melatonina puede ser útil en caso de dificultad para dormir?
Es cierto. La melatonina, como ya se ha referido, es una hormona que regula el ciclo de sueño-vigilia. En los mayores, se observa una reducción en la liberación de melatonina que hace que el sueño esté más fragmentado. Por lo tanto, la administración de melatonina puede ayudar a regular el ritmo circadiano del sueño. Sin embargo, el médico siempre debe aconsejarle.