Nuestra amiga y residente Laura Sotomayor se ha incorporado recientemente al Consejo de Centro de la Residencia, de manera que va a ser portavoz de los residentes en estas reuniones que tenemos periódicamente y que son fundamentales para conocer de primera mano la opinión de todos ellos, así como sus inquietudes, sus demandas y sus necesidades.

Sonriente, elegante y muy amable. Así es nuestra amiga Laura. Lleva con nosotros más o menos un año, tiene 85 y se encuentra muy bien, tanto física como psicológicamente, algo en lo que tiene mucho que ver su actitud positiva ante la vida.

Ella sonríe mucho y cuando se le pregunta el motivo, contesta firmemente que “no hay razón para no hacerlo”. De ahí que viva intensamente cada día, que participe activamente en las actividades de la Residencia y que disfrute de una buena conversación y de sus amigos.

Laura no deja pasar los días. Los vive y de qué manera. Ha sabido sacar provecho de su situación y acepta con convicción lo que el paso del tiempo le ha traído.

Mujer de grandes vivencias, ha trabajado durante toda su vida, hasta su jubilación, después de sacar sus oposiciones. Ha conocido otras culturas, habla francés con la elegancia y la dulzura que le caracteriza y es madre de dos hijos que están pendiente siempre de ella.

Laura es miembro del Consejo de Centro de la Residencia. Está ilusionada con ello porque se erige en portavoz de sus amigos y compañeros en estas reuniones que son imprescindibles para el buen funcionamiento del Centro. En éstas, oímos atentamente sus comentarios relativos a la organización del Centro, los distintos servicios, el personal, algo que nos permite conocer su grado de satisfacción para seguir mejorando.