La Residencia dispone de un Servicio de psicología desde el que se ofrece apoyo psicológico y emocional a residentes y familiares. Entendemos que es un servicio necesario – aunque no todas las Residencias lo ofrecen – ya que acompaña a aquéllos en todo su proceso. Hablamos con Elena Rosso, psicóloga de la Residencia para ahondar en los detalles de este Servicio.
¿Cuáles son las inquietudes que con mayor frecuencia te trasladan los familiares?
En el momento del ingreso, las inquietudes más frecuentes están relacionadas con si será buena su adaptación al Centro. También aparecen muchas dudas en cuanto a las estrategias que utilizamos para conseguir ésta. Igualmente nos trasladan inquietudes relacionadas con los principales síntomas que acompañan a algunas demencias en el momento del ingreso. Hay todavía mucho desconocimiento acerca de en qué consisten y cuál es el proceso que siguen. Por ejemplo la enfermedad del Alzheimer está muy unida popularmente a la pérdida de memoria, pero hay un cierto desconocimiento de otros síntomas psicológicos y conductuales que la acompañan, y que hay que normalizar, ya que muchos familiares aprecian estos cambios pero no lo asocian a la enfermedad, y esto les crea angustia y desconcierto. Un ejemplo de ello es la agresividad que puede florecer en algunos momentos, incluso en fases iniciales. No son entendidos como otro síntoma más, y esto hace que la situación sea más complicada de afrontar. Por eso intentamos resolver estas dudas, siempre que se planteen, haciendo psicoeducación sobre estos temas y explicando en qué consiste el periodo de adaptación, quedando a la disposición de ellos/as siempre que lo necesiten.
Una vez ingresan, ¿cómo suele ser la evolución de los familiares respecto a este hecho?
Siempre lo comento en la valoración al ingreso, realmente observamos que en muchas ocasiones el periodo de adaptación es más duro y les cuesta más a los/as familiares que a los propios residentes. Suelen llegar exhaustos, después de una larga andadura en el cuidado de sus familiares. En la mayoría de los casos sin las estrategias ni los medios para afrontar esta situación, lo que la hace más complicada, aflorando una gran cantidad de sentimientos, muchos de ellos enfrentados. Advertimos, y en gran medida, la aparición del sentimiento de culpa. Y éste, entre otras cosas, hace que estén en “hiperalerta” frente al cuidado, en algunas ocasiones llegando a sobreprotegerlos/as. Actualmente debido a las medidas de salidas y visitas implantadas a raíz de la COVID-19 no, pero en otros momentos nos hemos encontrado con familiares que pasaban prácticamente el día al completo en la residencia, interfiriendo en las actividades de los/as residentes y obstaculizando de alguna forma la adaptación de ellos y por consiguiente, la de ellos mismos.
¿De qué forma se les apoya desde el Servicio de Psicología?
Desde el Servicio de Psicología siempre nos ponemos al servicio de la familia, para resolver dudas, informar y acompañarles en este camino tan difícil, siempre en la medida en la que ellos demanden ya que es difícil ayudar a quien no quiere ser ayudado. Tenemos los grupos de cuidadoras/es, creando un espacio seguro en el que poder expresarse y en el que poder crecer de la mano de personas que viven, en cierto modo, lo mismo, creando a su vez una buena red de apoyo. También hemos organizad charlas de divulgación, siempre adecuándonos a los temas que hemos observado que más se han necesitado aclarar e informar. No obstante, estos dos últimos recursos se han visto alterados debido a las medidas tomadas para afrontar la pandemia.
En caso de que el residente tenga deterioro cognitivo, aunque va a depender de cada residente y de sus circunstancias, ¿qué pautas deben seguir los familiares cuando traten con ellos?
Realmente, depende mucho de cada caso individual, de si tiene demencia o no, y de qué tipo; de si lo acompañan otros síntomas psicológicos o conductuales, y las relaciones que hayan tenido y mantengan con sus familiares. No me atrevería a dar unas pautas generales para toda la diversidad que tenemos en la residencia y también depende de la circunstancia que se quiera afrontar.
Sí es verdad que es muy importante favorecer la comunicación con nuestros mayores. Eso es un punto muy importante y sin embargo, a veces nos cuesta bastante debido a que ellos van modificando su forma de comunicarse y en algunos casos, debido a este deterioro cognitivo, sus familiares toman un rol paternal nada aconsejable. Es por ello que unos breves consejos podrían ser: mostrar interés por la conversación, aunque a veces pierdan el hilo y no sepan expresarse adecuadamente. Acompañar la comunicación verbal de la no verbal, debido a que esta última toma, si cabe, mayor importancia debido a la dificultad para entender el lenguaje verbal. Centrarse en los sentimientos que expresan, ya que pueden no saber expresar la ideas, utilizan lenguaje inventado y hay una pérdida creciente de vocabulario. También es un buen TIP el cambiar de tema ante preguntas y respuestas sin sentido.
¿Hasta qué punto es importante este apoyo psicológico para los familiares?
Creo que el servicio de psicología brinda un gran apoyo a las familias que así lo desean, ya que hacen que esta andadura sea más llevadera. Muchas veces el simple hecho de estar informados y saber las estrategias básicas para afrontar cada situación que se nos plantea, nos resuelve la mitad del problema. Si los/as familiares están bien, nuestros residentes también lo estarán, y viceversa.