Servicio de Fisioterapia
Residencia de Mayores Cruz Roja San Fernando Cádiz
El cáncer y su tratamiento generan una serie de alteraciones fisiológicas, físicas y del sistema nervioso que provocan un impacto enorme sobre la vida de quien lo padece.
La fisioterapia oncológica es una rama de la fisioterapia que se encarga de prevenir, mejorar y recuperar tanto las secuelas propias de la enfermedad como de los tratamientos oncológicos como pueden ser la quimioterapia, la radioterapia o la propia cirugía.
Hablamos de la fisioterapia oncológica con Beatriz Miñambres, fisioterapeuta de la Residencia,
¿Qué efectos suele tener el cáncer y cómo los contrarresta la fisioterapia?
El cáncer, así como los efectos secundarios de sus tratamientos, pueden variar de un paciente a otro, incluso en aquellos que han recibido un mismo tratamiento. Dentro de los efectos secundarios más frecuentes en el cáncer nos podemos encontrar con: fatiga asociada al cáncer, dolor, linfedema, cicatrices derivadas de las cirugías, alteraciones posturales, alteraciones cardiorrespiratorias o disfunciones uroginecológicas.
Efectos secundarios más frecuentes en el cáncer:
1- Fatiga asociada al cáncer
La fatiga asociada al cáncer es la sensación de cansancio o agotamiento extremo que no mejora, a diferencia de la fatiga común, con el reposo o el descanso y es común que se presente a consecuencia de los tratamientos con quimioterapia o radioterapia. El ejercicio oncológico individualizado, así como las técnicas de relajación ayudarán a mitigarla.
2- Dolor
Sobre todo dolor de tipo neuropático que conlleva esa sensación de “acorchamiento” en manos y pies tan propios de la toxicidad de la quimioterapia. Puede afectar al equilibrio y la coordinación, aumentando el riesgo de caída. El ejercicio de fuerza y la tonificación global del cuerpo ayudan a la regeneración del sistema nervioso.
3- Linfedema
El linfedema es una de las alteraciones más frecuentes en el proceso oncológico que se presenta como un efecto secundario a la cirugía con extirpación de ganglios linfáticos o bien por el propio tratamiento con radioterapia que provoca una acumulación de líquido rico en proteínas, la linfa. Este aumento de líquido se manifiesta como una hinchazón en las extremidades, brazos y piernas, con sensación de pesadez y limitación de movimiento.
La fisioterapia oncológica ayudará a prevenir y/o mejorar la aparición del linfedema a través de la Terapia Descongestiva Compleja mediante el drenaje linfático manual, el vendaje multicapa, las prendas de compresión y el ejercicio terapéutico.
4- Cicatrices derivadas de las cirugías.
El tratamiento postoperatorio con fisioterapia evitará las posibles complicaciones en los procesos de cicatrización como son las adherencias, los seromas y la alteración de la sensibilidad de las partes que fueron afectadas por la cirugía.
5- Alteraciones posturales
Alteraciones posturales causadas por largos periodos de inmovilidad o posteriores a la intervención quirúrgica. Mediante técnicas manuales e instrumentales, así como con el ejercicio físico dirigido podemos corregir las adherencias articulares y las contracturas musculares.
6- Alteraciones cardiorrespiratorias
Alteraciones cardiorrespiratorias que pueden verse mejoradas con una práctica regular de ejercicio físico adaptado ya que este fortalece el corazón y la capacidad pulmonar.
7- Disfunciones uroginecológicas
Disfunciones uroginecológicas como la sequedad vaginal, Los ejercicios de suelo pélvico, los famosos Kegel, nos ayudarán a su tratamiento.
¿Qué tipo de ejercicios son los más adecuados para personas con cáncer?
El ejercicio físico te ayuda en todas las fases de la enfermedad, aumentando la tolerancia a los tratamientos, ya que dependen, en gran medida, del estado de salud con el que lleguemos.
Es necesario que estos ejercicios estén supervisados y adaptados a cada paciente, a su patología y a su condición física incluso, a su estado emocional.
Entre los ejercicios físicos pautados en pacientes oncológicos destacan:
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Movilidad articular suave respetando los límites del dolor.
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Trabajo de fuerza progresivo trabajando con más o menos peso o realizar los ejercicios durante más o menos tiempo.
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Actividades cardiovasculares. Nos referimos a aquellos ejercicios que aumentan la frecuencia cardiaca y emplean grandes grupos musculares (caminar, nadar, bailar, etc.) respetando, siempre, los limites en la intensidad.
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Ejercicios de equilibrio, propiocepción y estiramientos para que les llegue más información a los músculos y trabajen de forma coordinada. Tienen un gran impacto en el día a día y, por lo tanto, en la calidad de vida.
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Entrenamiento grupal y guiado. Entrenar con personas en la misma situación mantiene un efecto beneficioso a nivel psicológico y emocional.
¿En general, qué beneficios tiene la fisioterapia oncológica?
El objetivo fundamental de la fisioterapia oncológica es mejorar la calidad de vida del paciente antes, durante y después de la enfermedad.
Entre los beneficios más destacados están:
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Minimizar los efectos secundarios y secuelas de los tratamientos contra el cáncer.
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Evitar el deterioro del aparato locomotor y cardiovascular.
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Alcanzar la máxima funcionalidad ayudándolo a reintegrarse en las actividades de la vida cotidiana.
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Parte emocional y social.