Concepción y su marido ingresaron en la Residencia el 1 de julio. Aunque ella es dependiente según la situación – porque come sola, por ejemplo -, es su marido quien está encamado y requiere de una atención constante en cada momento.
Precisamente esto fue lo que llevó a sus hijos a plantearse la posibilidad del ingreso en la Residencia ya que, como nos cuenta Antonio, uno de ellos, “estando ellos en casa en la situación en la que están, no vivíamos. Siempre estábamos asustados y con el miedo permanente de no estar atendiéndoles como debíamos. De hecho, en los dos últimos meses, mi madre tuvo que ingresar hasta en cuatro ocasiones. Ahora estamos tranquilos y la situación ha cambiado mucho…”
Tanto es así que Antonio nos cuenta que “mi padre no es muy consciente pero mi madre está mucho mejor de lo que me esperaba, sinceramente. Está haciendo muchas actividades, está participando y se ha encontrado además con mucha gente que dice conocer”.
Aquí podéis leer otros testimonios Residencia de Mayores y Centro de Día