Inmaculada Iglesias
Monitora de animación sociocultural
Servicio de Terapia Ocupacional
Residencia de Mayores Cruz Roja San Fernando Cádiz
Es bonito ver cómo cuando ella se acerca a cualquiera de los residentes, la reciben con una inmensa sonrisa. No es más que el resultado de lo que ella les da, que es mucho.
Inmaculada es monitora de animación sociocultural y lleva trabajando con nosotros solo dos meses, poco tiempo pero sin embargo, más que suficiente para comprobar el enorme compromiso que adquiere por su trabajo. Un trabajo que, como ella misma nos cuenta, le ha servido para descubrir mucho de ella misma y asimismo, para conocer mejor a un colectivo, el de las personas mayores, que le apasiona.
Al principio, fue duro. Hasta entonces, no había trabajado con personas mayores, solo con niños y claro, no es lo mismo. No sabía bien qué hacer, de qué forma trabajar con ellos pero gracias a su constancia y profesionalidad, y también cómo no, al apoyo de sus compañeras terapeutas ocupacionales, en poco tiempo se adaptó. Y no solo eso, se “enamoró” de una profesión que “le apasiona”.
“Ellos/as te dan mucho cariño, cómo me miran, cómo me cuidan… También veo que nuestro trabajo les ayuda mucho y eso es muy reconfortante…”, dice Inma quien nos explica que cada día se trabaja con los residentes un ámbito en concreto: cálculo, memoria, lenguaje, etc… “Hoy, por ejemplo, nos ha tocado memoria y yo les he preguntado si se han enamorado alguna vez… Cada uno/a contándome su historia, ha sido genial”…
Su trabajo, entre otras cosas, busca mantenerlos activos para que no pierdan facultades. “Hacemos muchas actividades y paseamos. Les encantan los paseos, ven y huelen las flores, notan el sol, el fresco y se relajan e interactúan mucho…”
Esta experiencia le está reportando mucho a Inma y su visión de los mayores y en especial, de las Residencias de mayores, ha cambiado por completo. “Sinceramente, creía que en las Residencias de mayores solo estaban personas de muy avanzada edad, con un deterioro muy grande, a las que no se les estimulaba. Afortunadamente, he tenido la oportunidad de conocer la realidad. Hay personas mayores, algunas dependientes, otras no, con muy diferentes motivos por los que han ingresado, con las que se trabaja incesantemente para que mantengan su autonomía el máximo tiempo posible”, concluye.