19 de febrero de 2024
Residencia de Mayores Cruz Roja San Fernando Cádiz
Esta semana decimos adiós – aunque preferimos mejor un hasta luego – a Jesús Riera, un magnífico compañero que se jubila y que ha dado lo mejor de sí desde 2008, año en el que empezó a trabajar en la Residencia.
Aunque su vinculación a Cruz Roja se remonta muchos atrás, concretamente a 1988, donde ocupó el cargo de Secretario Provincial en Cádiz, desarrollando en aquel entonces los primeros procesos de democratización y modernización de la Institución, hasta su actual destino en la Residencia. Como dato curioso, fue durante su periodo como Secretario cuando por solicitud del Dr. Jesús Martín Almeida, promotor de este Centro, participó activamente en el proceso de su fundación, llevando a cabo diversas tareas que dieron el impulso definitivo para su constitución, siendo en 1991 cuando comenzó su funcionamiento interrumpido hasta la actualidad.
Solo tenemos palabras de agradecimiento a Jesús porque siempre ha tenido buen humor y ha estado dispuesto para echar una mano y ayudarnos si lo necesitábamos. Ha sido y es un ejemplo para todos y nos deja un legado muy grande de humanidad y profesionalidad.
Afronta esta nueva etapa que le espera con mucha ilusión y con la intención de sacarle el máximo partido posible. “Realmente – nos cuenta Jesús – siempre he sido una persona inquieta, con aficiones y cosas que hacer. Nunca me he aburrido. Retomaré el deporte que lo he tenido abandonado así como otras actividades que siempre me han gustado como hacer maquetas, y me dedicaré a mis hijos y a mis nietos”.
Jesús reconoce que echará mucho de menos a sus compañeros y compañeras y a su trabajo, “pero he asumido que ha llegado el momento, como cuando tuve que dejar de jugar al fútbol por las lesiones. Llega el momento y tienes que aceptarlo y pensar mejor en que ahora sí puedo hacer otras cosas que antes no podía por falta de tiempo”, comenta.
Jesús ha trabajado en el Departamento de recursos humanos de la Residencia todos estos años, labor que como nos cuenta, le ha hecho crecer en todos los sentidos. “Es meritoria la labor tan grande que realizan mis compañeros y compañeras para que los residentes estén bien y a gusto, y se sientan acompañados. Me llevo de todos ellos su humanidad”, comenta Jesús, quien añade que a nivel profesional ha sido todo un aprendizaje porque la legislación es muy cambiante y te exige aprender cada día.
Jesús nos dice hasta luego con una emoción contenida, muy propia de él, de alguien que ha pensado siempre más en los demás que en sí mismo.
Hoy solo podemos decirle: GRACIAS Jesús, gracias por todo y por tanto, y desearle lo mejor para esta bonita etapa que comienza. Ahora te toca a ti