Para nosotros, conocer el sentir de los familiares de nuestros residentes es fundamental. Ellos conocen muy bien a sus mayores y nos ofrecen información muy valiosa que usamos para una mejor atención a nuestros residentes.

José Ramón Carrera es hijo de José Carrera, uno de nuestros residentes. Con él hemos podido hablar un poco sobre su proceso desde que su padre ingresara en la Residencia:

José Ramón, ¿Cómo se encuentra su padre en la Residencia? ¿Cómo le ve usted?

 En líneas generales, él se encuentra bien, estable, asistido y cuidado por todo el personal del centro. Y yo le veo integrado y participa en las actividades de la Residencia, algo que es importante.

¿Por qué ingresó su padre en la Residencia?

 Podría definir a mi padre como un hombre bueno, afable, casero y siempre acostumbrado y necesitado del acompañamiento, físico y emocional, de su esposa, mi madre. Cuando ella faltó -septiembre de 2014-, su mundo empezó a desmoronarse. Pusimos los medios para que estuviera atendido en casa, tanto con nuestra propia implicación como con ayuda asistencial externa. Pero su deterioro, físico y sobre todo,  emocional, iba en aumento día tras día. Tras una caída en casa, perdió fuerza para caminar y quedó en silla de ruedas. Exigía una dedicación de 24 horas al día. Por eso, habiéndolo consensuado con él, decidimos su ingreso en la Residencia, decisión nada fácil de tomar.

 ¿Cómo ha sido el proceso para su padre y para usted?

 En mayo próximo, hará tres años de su ingreso. Como he dicho antes, mi padre es un hombre bueno. Tiene un carácter dócil, nada violento. Se deja hacer. Por eso creo que su adaptación no ha sido problemática y ha ido por cauces normales.  Y aunque en ocasiones me hace dudar, quiero pensar que, precisamente por esas grandes cualidades suyas, asume que permanecer con vosotros es lo mejor para él. Por mi parte, debo reconocer que el principio fue muy duro. Una decisión difícil y una sensación muy rara que pronto se vio amortiguada al ver que, en poco tiempo, mi padre había mejorado mucho en todos los aspectos.

 ¿Qué cree que le ha reportado la Residencia a su padre y a usted?

 Fundamentalmente, le ha levantado el ánimo que lo tenía muy bajo, al sentirse permanentemente acompañado y asistido. Por mi parte y aunque, como sabéis, su familia nos interesamos diariamente por él, tenemos la tranquilidad y el convencimiento de las buenas atenciones que le dispensáis y que está en buenas manos y con sus necesidades básicas cubiertas.

 ¿Participa usted de las actividades conjuntas en la Residencia?

 En la medida en que me es posible conjugar los dos tiempos, el de mis ocupaciones personales y familiares y el climatológico -en lo que respecta a las actividades fuera del recinto residencial-, participo con mucha frecuencia en las mismas. Por citar algunas como ejemplo,  las salidas para ver procesiones religiosas o los actos del 24 de septiembre, las jornadas de puertas abiertas de la Residencia, las actuaciones de animación de los diferentes coros o grupos que nos visitan en determinadas efemérides (su propia hija ha actuado para ellos),  los juegos recreativos de la terapia ocupacional, etc.