Josefa ha ingresado recientemente en la Residencia. Ella conoce bien nuestro Centro porque desde hace dos años asiste regularmente al Centro de Día, concretamente desde las 8 hasta las 17h. todos los días.

Durante este periodo, Josefa ha ido adaptándose al centro, participando en las actividades programadas y haciendo amigos, permitiendo así también a sus familiares poder conciliar el cuidado con su vida personal y laboral. Sus hijos están muy contentos y aunque al principio les costó decidirse, reconocen que ha sido de las mejores decisiones que han tomado, ya que la enfermedad de su madre requiere de una atención constante y especializada que ellos no pueden ofrecerle.

Llega un momento en el que hay que pedir ayuda porque tienen necesidades que nosotros no podemos atender como debemos”- comenta Rosario, una de sus hijas.

El Centro de día ha sido una solución para Josefa y sus hijos en estos dos años ya que, por un lado, Josefa ha estado atendida en todas sus necesidades, ha estado entretenida “trabajando” con las actividades programadas desde Terapia ocupacional y ha hecho muchas amistades. Por su parte, su familia ha obtenido la tranquilidad que necesitaban, ya que su madre está en buenas manos mientras pueden dedicarse a su trabajo o a su vida personal sin sobresaltos.

Josefa pasa de ser usuaria del Centro de día a residir permanentemente con nosotros, con la confianza de que todos los profesionales que conformamos el equipo de la Residencia vamos a ofrecerle la atención personalizada y los cuidados que necesita, sin descuidar a su familia, que formará parte de ese cuidado.

Bienvenida Josefa.

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