Rosario lleva con nosotros casi dos meses. Sus familiares y ella decidieron su ingreso para evitar nuevas caídas como la última que le provocó una fractura de cadera.

Rosario se ha adaptado muy bien a la Residencia, está muy contenta y poco a poco va recuperando la movilidad gracias a las sesiones de fisioterapia a las que acude diariamente. En los casos de fractura de cadera, desde el servicio de fisioterapia se sigue un protocolo muy concreto, como nos cuenta el equipo en este vídeo.

Sus familiares también se están adaptando a la nueva situación ya que hasta ahora, con 94 años que tiene Rosario, siempre ha vivido sola. Es un escenario distinto al que todos deben acostumbrarse pero como nos cuentan Laureano y Antonio, dos de sus hijos, “Nosotros la vemos bien y contenta, y eso es lo que importa. Tiene sus días pero en general, está contenta”, aunque reconocen que el proceso es duro y lento.

“A nosotros nos gustaría que ya fuera independiente de nuevo, que comiera o se vistiera sola, pero no es posible aún y eso, a veces, nos desespera…” nos comentan Laureano y Antonio al mismo tiempo que reconocen que ven avances y una gran evolución en su madre.